20.000

Mon, Jan 28, 2008 2-minute read

El coche que mató a Enaitz Iriondo en 2004 debe ser reparado, pues es un Audi A8 y su conductor no tuvo la culpa de que Enaitz, un chaval de 17 años, se incrustase contra él con su bicicleta y lo destrozase.

Tampoco es relevante que el conductor hubiese rebasado el límite de velocidad, ni que hubiese bebido un poquito, pues el chico no llevaba ni casco ni chaleco reflectante.

La reparación es de 20.000€, una suma de dinero que el conductor debe reclamar a los padres del adolescente muerto, pues su aseguradora no lo cubre, y un Audi A8 es un coche con mucha distinción social.

Menos mal que existen los jueces y los abogados para resolver estos casos complicadísimos de “Vuestro hijo me ha jodido mi choque de lujo, y, aunque al final lo maté, me debéis las pelas de la reparación”. Los jueces tendrán una durísima tarea a la hora de decidir si la pobre víctima debe tener su dinero de la reparación o no.

Y digo yo: ¿tan sólo vale 20.000€ olvidarse de haber matado a alguien y haber destrozado toda una familia? El chico muere, el coche se repara (con el dinero de la pobre familia del chico muerto). Me parece la más perturbadora de las injusticias.

La siguiente viñeta de Davila aparecida en Faro de Vigo y publicada en meneame, creo que, aparte de ser genial, refleja perfectamente la situación del caso.

Mañana se celebra el juicio.
Le deseo, de todo corazón, lo mejor a la família de Enaitz, y la máxima repulsión al conductor homicida sin signos de conciencia.

Ah, y aquí os dejo un vídeo de la “víctima”, o “primer perjudicado” del accidente. Por Ivan, esto es vergonzoso. Qué asco.

[youtube=https://www.youtube.com/watch?v=2ivKYM_82sQ&rel=1]

EDIT: Lo hemos conseguido. El hombre ha quitado la denúncia. Me siento un poquito mejor.