American Gods

Fri, Jul 27, 2007 2-minute read

Hace ya un tiempo me leí el Good Omens, de Terry Pratchett y Neil Gaiman. Por ese entonces ya era un fan de Terry Pratchett, pero esa fue mi primera experiéncia con Gaiman. Luego seguí con un cuento para niños llamado Coraline que pasó sin pena ni gloria por mi mente olvidadiza.

Pero quería probar con un Gaiman de verdad, y American Gods me lo habían recomendado demasiado como para dejármelo en la cola de lectura. Y vaya si se merecía una lectura. Ha sido precioso.

Me decanté por la edición extendida, la que a Gaiman le gusta más. La que veis en la imagen. Según su prólogo, en ésta se mezcla más el tiempo pasado con el futuro, hay más idas y venidas, y hay muchas escenas que, aunque podrían ser totalmente prescindibles para la trama principal, añaden al libro una belleza todavía más excepcional.

Los personajes de este libro están tan bien concebidos que te absorben desde un primer momento. El aire triste y oscuro de la novela te atrapa para no dejarte escapar y tener que acabar un capítulo para dejar de leer. Las reflexiones sobre los dioses, la precisión con la que Gaiman describe los lugares y los propios dioses son sin duda, uno de los platos fuertes. Cada Dios más sorprendente que el anterior, y, aún así, basados en mitos reales. Dioses paganos de los antiguos vikingos, Dioses egipcios, Dioses nuevos, Dioses antiguos. Dioses Americanos.

La novela se va complicando y culmina en un final brillante, donde la genialidad de Gaiman fluye por todo tu cuerpo y te deja con una sonrisa de esas que no te puedes quitar durante unos cuantos días.

Maravilloso, bello, delicado, triste, dulce, sangriento y fantástico es el mundo de Gaiman. Los temas que el autor abarca con este libro son enormes. El amor que desprende este libro es inacabable. Gaiman ha concebido a un libro excelente, y una lectura obligada.

Recomendadíssimo.